Hoy tengo la mente en blanco, aunque en realidad quisiera tener el corazón en blanco. Cerrar los ojos y no pensar, creo que ya no me satisface…no por ahora. Y es que las relaciones son complicadas, amar es entregar…lo que eres, fuiste y serás. ¿Pero, puedes explicarme hasta que punto debo dar? Porque yo ya no entiendo nada.
Si te doy lo que soy, ¿Con qué me quedo?. Si te busco hasta el final, ¿Cómo no quieres que me canse?. ¿Debo sonreír? ¿Ignorar que me duele?¿O debo llorar y reclamar, como tú lo haces?
Creo que no podemos estar juntos, creo que somos ingenuos y al mismo tiempo masoquistas. Nos enamoramos de algo frágil, una tela, que nosotros mismos desgarramos, y a pesar de que sufrimos, seguimos jalandola, desgarrandola más y más. Se va a romper. Ya no puedo, ya no puedo ahora.
Pero es que esta tela tiene hoyos. Esta tela es tan suave, es tan frágil que un soplido tuyo o uno mío la dejan deshecha. Y a tejerla de nuevo…una y otra vez, una y otra vez, sin parar, sin respiro, sin final, sin inicio. Es lo mismo cada vez.
Quiero sentirte…pero es como si al mismo tiempo ese lienzo te cubriera, te alejara, te protegiera de mí. Lo busco, quiero arrancarlo de tu lado, destrozarlo y aventarlo pero no puedo. Y es que no puedo porque ese lienzo, ese lienzo, somos los dos.
Te quiero, mas sin embargo no te tengo y en el momento en que lo hago, bueno, en ese momento ya no te siento. Círculos y pendientes, escaleras, baches que no podemos brincar, huecos que no podemos llenar. Dices que son tus necesidades, yo digo que se te olvidaron las mías. Dices que no te escucho, yo me pregunto si en algún momento lo hiciste tú.
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